El uso de los implantes dentales ha supuesto uno de los cambios más importantes en la odontología.
Un implante es una raíz artificial creada para sustituir el diente ausente.
Éstos son los pasos que seguimos a la hora de iniciar un tratamiento de implantología:
- Fijamos el implante dental para que, durante unos meses, vaya integrándose en el hueso maxilar y en los tejidos de alrededor.
- En una segunda fase, colocamos el pilar transepitelial, que es una porción de fijación que emerge en la boca.
- Finalmente, colocamos la corona o prótesis que recubre el pilar y es apreciable en la boca, dando la estética de un diente natural.
A través del implante vamos a conseguir:
Reponer los dientes perdidos, dando la misma estabilidad que un diente natural.
Obtener un anclaje para las prótesis dentales móviles, aportando estabilidad necesaria y dando así, confort y seguridad, como si fueran prótesis fijas.
Lograr que el hueso de los maxilares mantenga su función y no pierda volumen por reabsorción, evitando así el deterioro de tejidos y dando un aspecto de cara envejecida con la formación de pliegues y arrugas.
Posibilitar anclajes que permitan efectuar otros tratamientos como los ortodónticos u ortopédicos.
El odontólogo deberá revisar nuestra boca y valorar si existe suficiente espacio para que los dientes se coloquen correctamente así como cualquier otra anomalía.
Por todo ello, lo recomendable es ser fieles a la visita a nuestro dentista de confianza para evitar cualquier problema bucodental.
En la clínica de la Dra. Cristina Martínez estaremos encantados de atenderte si decides acercarte a nuestras instalaciones.