La lengua es una zona de la boca que está recubierta por una especie de pelillos conocidas como papilas linguales en las que cuales se forman unos huecos donde se acumula la placa bacteriana igual que sobre los dientes y las encías.
La acumulación de esa placa bacteriana influye directamente en la halitosis, mal aliento. Hay personas que aunque se cepillan los dientes siguen teniendo mal aliento; ese mal olor lo están produciendo los microbios que se encuentran sobre la lengua.
¿Cómo se debe limpiar la lengua?
Hay cepillos de dientes con cerdas diseñadas para cepillar tanto los dientes como las encías. Éstos mismos se pueden emplear también para cepillar la lengua, pasándolo por el dorso de dentro a fuera. Hay que tener cierta precaución cuando entramos para adentro para no estimular excesivamente la parte más interna de la lengua porque puede producir náuseas. Algunos fabricantes añaden a estos cepillos elementos específicos para el cepillado de la lengua como una superficie rugosa diseñado para ello ya que es más rígida que la superficie de las cerdas y al frotar arrastrará la placa bacteriana acumulada en el dorso de la lengua.
También puede utilizarse un raspador lingual diseñado con una forma específica para arrastrase y así raspar la superficie de la lengua eliminando la capa de bacterias acumulada en su superficie. Incluso hay algunos cepillos eléctricos que también tienen raspadores linguales con cerdas de silicona.
¿Cada cuánto tiempo debemos limpiar la lengua?
Conviene cepillarla una vez al día; en caso de halitosis las veces que sean necesarias, dos o tres veces al día ya que no necesita más de 10 segundos y aporta un plus muy importante a nuestra higiene bucal.